Historia del billar
Los inicios del billar se remontan a culturas tan antiguas como Grecia y Egipto, pero es en la Europa del siglo XV cuando empieza a tomar la forma del juego que se conoce en la actualidad.
El nombre al parecer proviene de la palabra francesa bille, traducido por bola. Existen dos teorías sobre su creación, la escuela francesa afirma que el juego fue creado por Henry Devigne, un artesano de la corte de Luis XV, mientras que la tradición inglesa asegura que su legítimo inventor fue Bill Yar. Sin embargo parece que son los franceses a quienes se les atribuye su invención, ya que se conoce que el rey Luis XI, del siglo XV, ya lo jugaba en el salón de su casa sobre una mesa. De hecho, la mesa de billar apareció como mueble fijo por el año 1510.
La primera sala pública de billar se abrió en Paris en 1610. Luis XIII de Francia, gran aficionado al billar, fue el primero en permitir que los plebeyos también pudieran disfrutar de un juego que hasta entonces era exclusivo para la nobleza.
A fines del siglo XVIII se hizo famoso el capitán francés Mingot, el mejor jugador de la época, quien idea la aplicación de una pieza de cuero en la punta inferior del taco, con lo que se pudieron lograr varios efectos notables, entre ellos el retroceso.
En 1825 se celebró el primer campeonato oficial de billar en el Reino Unido, y en 1835 el galo Gaspar Guatave de Coriolis escribe "Teoría matemática del juego de billar" obra que permite el descubrimiento de las trayectorias parabólicas por ataque no horizontal.

El juego
El juego se basa en los choques de las bolas entre sí y con las bandas. La jugada comienza impulsando una de las bolas con el taco, el cual lleva adosada en su extremo anterior una suela de cuero, encargada de trasmitir el movimiento a la bola. Esta suela se recubre cada pocas tiradas con un polvo antideslizante (tiza).
Actualmente las bolas suelen ser de materiales sintéticos con cualidades elásticas similares a las del marfil.

Modalidades de juego
El primero de todos los juegos de billar es el llamado francés o de carambola, que se juega con dos bolas blancas y una roja, o bien una blanca, una amarilla y una roja. Los jugadores tiran estratégicamente con las bolas blancas (o amarilla y blanca), y la carambola consiste en golpear con la bola jugadora a las otras dos. La consecución de carambola válida da derecho a seguir tirando; en caso de fallo, pasa el turno al otro jugador, que tira con la blanca contraria a la que usó el anterior.
Los torneos se juegan a sets o a "distancia". El juego por sets suele ser a 15 carambolas por set y al mejor de 3 o 5 sets. En el sistema de sets no hay límite de entradas. A "distancia" se especifica el número de carambolas a alcanzar para ganar y en algunos casos el límite de entradas máximo para poder realizarlas. Actualmente se juega a 40 o 50 carambolas.
La mesa sobre la que se desarrollan las partidas debe presentar una superficie regular, sin el menor desnivel, El tablero se ha construido de los más diversos materiales: mármol, pizarra, hierro, hasta llegar a los actuales exclusivamente de madera recubiertos de paño: Este tapete, generalmente de color verde, no debe presentar en su superficie ningún tipo de empalme o remiendo y debe adaptarse perfectamente a las bandas o costados de la mesa; Actualmente las banda de la mesa son de goma con objeto de despedir con mayor fuerza a las bolas en su choque contra ellas; presentan forma biselada de modo que el choque, idealmente, sólo se produce en un punto.
Las dimensiones más corrientes son de 1.5 x 3 m, pero el juego puede practicarse igualmente sobre mesas de 1.37 x 2,74 y 1,2 x 2,4m. La altura sobre el suelo varía de 77,5 a 80 cm. Para las de las esquinas y de 13,5 a 16 cm. para las laterales. En las mesas de snooker estas dimensiones son de 8 a 14 cm. para las troneras de las esquinas y de 10,15 a 12,8 cm. para las laterales.
Las bolas, construidas en un principio de madera fueron sustituidas por otras de marfil, material de mayor elasticidad y duración y recientemente se han conseguido excelentes resultados con bolas de pasta. Las dimensiones señaladas por el reglamento son de 5,85 cm de diámetro, excepto para el billar de tronera o el snooker, en las que las dimensiones son respectivamente de 5,68 y 5,36 cm. Para el billar de carambolas y troneras, los tacos tienen una longitud máxima de 142,5 cm., mientras que las virolas normales colocadas en su extremo miden de 11 a 15mm.
La combinación de las direcciones y velocidades de ambos movimientos junto con el punto y dirección en que las bolas chocan produce una seria de extraños efectos como pueden ser los retrocesos, paradas en seco después de un fuerte choque, trayectorias curvas, etc.
Los golpes que se pueden practicar son variadísimos y corresponden al distinto punto de la bola donde se golpee, lo que producirá el distinto comportamiento de la bola según los movimientos anteriormente mencionados. Se calcula que existen 17 puntos diferentes donde golpear, con lo que el número final de posibilidades de choques es variadísimo.
Entre las diversas modalidades del juego pueden destacarse las de: libre, cuadro, una y tres bandas y fantasía.
En las partidas libres el único objetivo del jugador es conseguir el mayor número posible de carambolas, sin otra exigencia que la limpieza de ejecución. Cada uno de los participantes tira con su bola contra las otras dos, consiguiendo carambola cuando la propia bola, impulsada con el taco golpea sucesivamente a las otras. La dificultad de la jugada no está tanto en lograr el choque como en tirar de modo que las bolas queden dispuestas para otra carambola en la jugada siguiente. No existe un número determinado de tantos para la conclusión del juego y su fijación queda a voluntad de los jugadores. Generalmente las partidas se fijan a 500 carambolas.
El cuadro podemos considerarlo una variedad posterior producida como consecuencia de la facilidad de obtener las 500 carambolas en una sola tirada. El tablero del billar se divide en nueve cuadros, seis de los cuales miden 45 cm. y tres 71. En esta modalidad se juego en forma libre siempre que las bolas que no son del jugador no se sitúen en uno de los ocho cuadros que siguen el perfil de las bandas, en cuyo caso sólo se podrá hacer carambola cuando ninguna de las dos bolas salga de él. Si las bolas dos y tres están separadas por alguna de las líneas del cuadro todas las carambolas son válidas. En las variedades 45/2 y 71/2, los cuadros cortos o largos respectivamente invalidan la continuación de las jugadas.
Las modalidades de una o tres bandas consisten esencialmente en que la propia bola entre en contacto como mínimo con una o tres bandas, según la variedad, antes de lograr la carambola.
El billar de fantasía consiste en la ejecución de carambolas difíciles de un catálogo de posiciones preestablecidas y puntuaciones predefinidas según la dificultad. Cada jugador dispone de tres intentos por posición.

Existen otras modalidades de billar muy populares en todo el mundo.

•    Pool: muy popular en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos y en el sudeste asiático. Se juega en una mesa con troneras con 15 bolas de color y una bola blanca, existiendo diferentes modalidades cuyas reglas de juego difieren significativamente. Las más populares son Bola 8 y Bola 9, pero también existen Bola 10, Bola 7, Straight pool, Speed pool, One pocket, y una infinidad de variantes regionales.
•    Snooker: se juega en una mesa con troneras, más grande que la de billar, con 15 bolas rojas, seis bolas de colores (amarilla, marrón, verde, azul, rosa y negra) y una bola blanca. Muy popular en el Reino Unido.
•    Cinco quillas: se juega con 3 bolas (blanca, amarilla y roja) y 5 quillas o palitos ubicados en el centro de la mesa. Los jugadores ejecutan un tiro cada uno, pudiendo sumar puntos al derribar quillas o realizar carambolas. Se juega principalmente en Argentina e Italia.

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